Fracturas de Rodilla
La rodilla es la articulación central de los miembros inferiores. Está formada por la unión de dos huesos: el fémur y la tibia, lo que une el muslo a la pierna. En su interior tiene un pequeño hueso, la rótula, que se articula con la porción anterior e inferior del fémur, así como dos discos de fibrocartílago, los meniscos. La rodilla soporta la mayor parte del peso del cuerpo cuando la persona está de pie.
Supracondílea
Las fracturas supracondíleas abarcan desde las bases de los cóndilos a la unión de la metáfisis con la diáfisis y ocurre principalmente por la fuerza que actúa directamente por encima de los cóndilos o indirectamente por una fuerza que actúa sobre la rodilla en flexión en dirección al eje del fémur
Estas fracturas se clasifican de acuerdo al daño de la articulación
A. Extraarticulares
A1. Fractura supracondílea de trazo simple
A2. Fractura supracondílea con fragmento en cuña
A3. Fractura supracondílea con conminución de la metáfisis
B. Articular parcial
B1. Fractura del cóndilo lateral en el plano sagital
B2. Fractura del cóndilo medial en el plano sagital
B3. Fractura articular parcial en el plano coronal
C. Supra e intercondílea
C1. Fractura con trazo articular y trazo metafisario conminuto simple
C2. Fractura con trazo articular simple y trazo metafisario conminuto
C3. Fractura con trazo articular y trazo metafisario conminuto
Las manifestaciones que nos indican una fractura supracondílea se basan en dolor, incapacidad para caminar, incapacidad para ponerse de pie, pérdida de la movilidad y edema alrededor de la rodilla. Para comprobar estos hallazgos es necesario una radiografía AP y lateral de la rodilla que debe incluir la porción distal del fémur y la proximal de la tibia
El tratamiento inicial se basa en la reducción e inmovilización a base de yeso, o tracción continua, este tipo de tratamientos se contraindican a pacientes mayores o que tengan infecciones. Suelen consolidar en un plazo de 12-16 semanas y la rehabilitación se debe realizar en un plazo de 8-12 semanas. Mientras que para un tratamiento quirúrgico se puede usar el clavo-placa (controla alineación y proporciona control), tornillo-placa (permite la compresión interfragmentaria), clavos intramedulares retrógrados (mejoran fijación distal)
Articulares
Son consecuencia de traumatismos con la rodilla flexionada. La separación de los cóndilos provoca un desplazamiento en sentido lateral, provocando una desviación en valgo o varo. Este tipo de fracturas se clasifican en 2 dependiendo del trazo (Y o T)
Además del dolor una radiografía nos puede corroborar el diagnóstico ya que será clara la fractura.
En este tipo de lesiones es importante considerar las complicaciones ya que se tienen estructuras adyacentes importantes el cual conservan el miembro, por ello, es importante localizar el pulso pedial, tibial posterior para conservar este.
El tratamiento se basa en reducir la fractura para que disminuya la lesión y de ser necesario un procedimiento quirúrgico con placas condíleas, para realizar una rehabilitación precoz
Mesetas Tibiales
Este tipo de fracturas abarcan la extremidad superior de la tibia (los platillos tibiales). Estas son provocadas por caídas de altura, accidentes de tránsito y actividades deportivas. Se clasifican de acuerdo a la localización de estas (intraarticulares o extraarticulares) principalmente. Las fracturas intraarticulares por su parte son más frecuentes en ancianos
Por otra parte, la clasificación de Schatzker la divide de acuerdo a la energía que las provoca sea alta o baja:
Fracturas de Baja Energía
- Fracturas desplazadas del platillo tibial lateral
- Fracturas desplazadas y deprimidas
- Fracturas deprimidas o con hundimiento de la superficie articular
Fracturas de alta Energía
- Fracturas del cóndilo medial
- Fracturas bicondilares
- Fracturas con disociación metafiso-diafisaria
El diagnóstico se basa en el antecedente de la caída, grado de deformidad, dolor y la radiografía tomada AP y lateral.
El tratamiento consiste en la osteosíntesis con tornillo de esponja con arandela o bulón y si el hundimiento es importante se necesitará de un injerto
Ligamentos y Meniscos
Los meniscos mejoran la coaptación entre cóndilos femorales y platillos tibiales, estos favorecen la estabilidad de la articulación, asegurando un desplazamiento suave en flexoextensión y en la rotación de la rodilla
Estas lesiones se producen por un mecanismo forzado de rotación con la rodilla en flexión, donde el cóndilo femoral atrapa al menisco contra el platillo tibial y provoca la lesión
La clasificación de las fracturas del menisco se basa en el trazo de la misma:
Plano vertical:
- Roturas longitudinales ("asa de balde" o pedunculado)
- Roturas trnasversales
- Roturas oblicuas
Plano Horizontal
Planos combinados o mixtas
En cuanto a los ligamentos por su parte los cruzados anterior y posterior controlan la estabilidad rotatoria, mientras que los laterales mantienen la estabilidad lateral, el lateral y los cruzados controlan el varo y la rotación interna
Las lesiones pueden ser generadas por mecanismo directo del valgo y rotación excesiva externa, o debido a un mecanismo de varo y rotación interna, estos tipos de lesiones son principalmente vistas en partidos de fútbol
Existen ciertas maniobras que determinan el diagnóstico y describen los ligamentos que están afectados:
Las manifestaciones clínicas se basan en dolor, inestabilidad y se acompaña de tumefacción, o se puede diagnosticar por tener la "rodilla bloqueada" ya que es incapaz de completar flexión o extensión por causas mecánicas, rotura meniscal o cuerpos libres intraarticulares, además de basarse en una radiografía simple para corroborar el diagnóstico por clínica
El tratamiento para lesiones agudas se basa en reposo, analgésicos y rehabilitación, mientras que si estas lesiones son más graves se procede a un procedimiento quirúrgico basado en la cirugía artroscópica o resección e inmovilización
Diáfisis de Tibia y Peroné
Se define como pérdida de solución de continuidad ósea en la diáfisis de la tibia y peroné la cuál puede ocurrir por un mecanismo directo como una flexión de alta energía (fracturas transversas, conminutas y desplazadas), una lesión penetrante o una flexión de baja energía (fracturas oblicuas cortas o transversas) o por un mecanismo indirecto debido a una torsión o por estrés
Las fracturas se clasifican de acuerdo al hueso afectado: para tibia o peroné
El diagnóstico se basa en la cinética de la lesión, las características de las heridas, las condiciones del paciente y el tiempo de la lesión, además de los síntomas como dolor, extremidad fría, cianosis distal, crepitación, pérdida de la función, aumento de volumen y dependiendo de la gravedad, la deformidad. Para corroborar la lesión se puede hacer uso de radiografías simples en proyecciones AP y lateral y se puede ayudar por proyecciones oblicuas para definir mejor el patrón de la fractura
El tratamiento se basa en la reducción e inmovilización de las fracturas (la rodilla debe inmovilizarse en 0° a 5°) y ser necesario un procedimiento quirúrgico con un clavo intramedular, clavos flexibles o fasciotomía
NOTA: todo tipo de fracturas se pueden corroborar con una radiografía simple, ya que es más fácil su visualización por la comodidad del paciente y la disponibilidad que se tenga
BIBLIOGRAFÍA
- Salter, R. B. (2000). Trastornos y lesiones del sistema musculoesquelético. Barcelona: ELSEVIER MASSON.
- Silberman, F., & Varaona, O. (s.f.). Ortopedia y Traumatología. PANAMERICANA
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